sábado, 10 de diciembre de 2011

Migas, morcilla y matanza en El Chite.

Es El Chite un pueblo pequeño que cae desde la carretera que une Talará con Melegís, estamos en su barrio alto y las vistas del Valle inigualables. En nuestro camino de hoy la senda nos conduce desde el centro de Talará hacia el barrio bajo, dicen que más coqueto y antiguo, yo diría que los dos  y es que  en otros tiempos al-Yit (Chite), productor de trescientas  arrobas de vino y cuatrocientas de aceite es hoy un océano de olores entre limones y naranjos, olivos y mandarinos, acequias y silencios.

 Nuestros amigos Rafa y Mari Carmen, en qué líos se meten, nos han invitado a comer y están de matanza, el camino hasta allí,  precioso y zigzagueante, nos traspasa el barrio bajo y nos acerca a su casa, hoy por un poco gracias a ellos,  nuestra también, entre olivos que parecen salidos de tierras de gigantes y muchos... muchos naranjos tras la arboleda, en medio la casa.
   Nos reciben sus hijos Antonio y Rafa y sus hermanos Antonio y Virginia, Manolo, las abuelas y las sobrinas y los muchos amigos, porque la reunión es larga y la matanza también.
   Vino mosto, cerveza, migas con tropezones de todas clases, hojaldres de Cozvíjar, paso adelante paso atrás, cuchara y tenedor, charla de lo divino y lo humano y  buen tiempo, Rafa me dice que tenía que hacer frío, más frío, que es lo bueno para la matanza y las carnes se oreen bien.
   Por la tarde, la morcilla, qué cara de felicidad en las abuelas trajinando entre los hilos de atar, la masa de cebolla, revolviéndolo todo, en Antonio y Manolo con las calderas y la lumbre, Virginia y María José, sí María José también a llenar morcillas y por supuesto Virginia hija y José María que no pararon en todo el día, con las demás sobrinas y amigas.
De Rafa y Mari Carmen ¡qué decir!, por aquí, por allí, en la cocina, en la chimenea, cociendo, fregando, para arriba, para abajo... buena tarde, sin frío de matanza pero buena tarde.

Os dejo éstas fotos de recuerdo esperando que tanto María José como yo no hayamos sido un incordio, nos vemos siempre en El Chite, en El Padul o donde haga falta, por todo... gracias.

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Los anfitriones Rafa y Mari Carmen.


Las niñas... ¡¡ sorpresa !! ,  ¡¡ menuda cantera !!



Hasta yo puse un granito de arena en la cebolla.


¡¡¡ Pero qué cuadro !!!



Las abuelas y Antonio de ayudante.


Manolo cociendo las morcillas.



Toda la tropa en plena faena.


¿Donde están las manos...?



Yo creo que hasta picando cebolla estaban bien.

   


¡¡¡¡¡¡¡¡ Gracias Rafa !!!!!!!.

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