jueves, 6 de octubre de 2016

Los romanos del Padul.

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Tiene el Viernes Santo en Padul algo especial,  algo que  ya desde muy temprano te hormiguea en el estómago y te hace ver el día de forma totalmente distinta porque los Viernes Santo en Padul son diferentes ya sea con nubes o con sol, con más o menos frío o más o menos calor, el día es diferente sí, el día es diferente.

 

 
 
 
La procesión del Viernes Santo en Padul tiene ya muchos años, va camino del centenario en la forma que hoy tiene aunque todo indudablemente con el tiempo, también ha cambiado. Son miles de personas las que se agolpan al caer la tarde para verla a su paso por “la estación” y entre sus grandes atractivos puede que sea la  combinación de hombres de trono, costaleros y costaleras, bandas de música, penitentes y mantillas y como no “los pasos vivientes”. A lo largo de los años la evolución ha sido clara en todos los sentidos. Hoy los tronos no van con ruedas y todos se han renovado, el sonido de las bandas de música inunda todas las calles del pueblo, las flores y las velas adornan los pasos en una profusión de luz y color única y singular. Los Viernes Santo en Padul sí, son diferentes,

Hay cosas que no cambian, o cambian poco: “ya vienen…mirad ya vienen…apartarse ya vienen los romanos”. Los chiquillos siguen hoy como ayer esperando a que lleguen “los soldados romanos” y yo diría que chiquillos y grandes pues hay cosas que con el tiempo pueden cambiar, otras indudablemente no. La admiración que despiertan a su paso es clara y evidente, el sonido de los tambores, el golpe de las picas, el brillo de los uniformes, la marcialidad de su paso cuando hacen “la espiga”, cuando hacen la “reverencia” a la cruz… “que ya vienen los soldados romanos”. Hablo con Juan Peregrina, romano de muchos años, romano de corazón y me cuenta los muchos que a lo largo de los años  han sido “romanos”. Me habla de los cabos que a lo largo del tiempo los han guiado en el desfile hasta hoy: “Cano”, “el hijo de Jesús de la fuente”, “Paco el hijo de Juan de Dios”, “Salvador de Molina”, “Paco risicas”, “Manuel lechón” que lo fue a lo largo de muchos años, “Gabriel Rejón”, “Rafa Cuesta”, “José Cuesta”, “Diego Loría”…. Y soldados…, han sido tantos y tantos los soldados que no pararíamos de hablar.

Antes acompañaban “La Hermandad del Señor” y al día siguiente les daban un dinerillo y  una arroba de vino para que hicieran una fiesta… y bien que la hacían. Hoy forman parte de la cofradía “de los pasos vivientes” y acompañan “a las tres Marías y a los Nicodemus” en el traslado del “Cristo yacente” siendo así que ya desde media tarde tras un recorrido tabernario por algunas calles del pueblo, hoy con más tónica que vino, emulando a los antiguos romanos, los de hace dos mil años, recogen el cabo y el portador del estandarte a “las tres Marías” a que Encarnita Muñoz y marchan a casa de Rosa de paulino para escoltar a los Nicodemus. Os aconsejo verlos en la calle del cura, el paso entre las doce picas de los soldados bonito y espectacular.

Antes sólo iba un tambor, hoy dieciséis y el sonido sigue siendo peculiar y único, el sonido  “de los Romanos”. En ellos las cosas son distintas y el ingenio hay que ponerlo en marcha si se quiere tener a punto toda la indumentaria y se van  buscar los cascos en Motril, la coraza en Baena, las ropas en los talleres de costura de Padul, los penachos hacerlos ellos mismos… todo es muy caro.

Ya no entran en la Iglesia  y formar la Cruz  al finalizar el recorrido, ésa costumbre se perdió allá por los años ochenta puede que alguna loseta rota tuviera parte de culpa y es que muchos sambenitos les han colgado a “los romanos” a lo largo del tiempo, muchos y variados, que si retrasan la procesión, que son indisciplinados, que si a fulanico le han dado con la pica… y alguno me imagino que será verdad más yo diría que en estos casos nada es verdad ni es mentira… que continúe la leyenda.

Han desfilado por los pueblos de nuestro Valle de Lecrín,  por el Norte de Granada en Guadix, Baza y Caniles,  en la capital, en Archidona en muchos otros lugares de Andalucía.

Son los “soldados romanos de Padul”… que procesionan los Viernes Santo en su pueblo y que aún hoy, época de televisión, internet y videojuegos siguen levantando ésa ola de admiración y simpatía a su paso… “Ya vienen… ya vienen los romanos”,

Todos vamos dando un pasito para atrás, con un poco de recelo. Las picas pasan a nuestro lado cerca, muy cerca y poco a poco desfilando a golpe de los tambores se marchan hasta otro año…”los soldados romanos”.

 

 

 

 
 
 
 

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