jueves, 27 de enero de 2011

Catedral de Granada

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Cuando se conquista Granada se funda la Catedral allá por el 1492. En un principio se elige como emplazamiento la mezquita mayor de la Alhambra dado que era el único lugar donde los musulmanes no residían producto de las Capitulaciones de Santa Fe por lo cual era un sitio seguro. Hoy sobre esa antigua mezquita está la iglesia de Santa Maria de la Alhambra.
Posteriormente se trasladó a San Francisco el Grande en la parte posterior de la antigua Capitanía militar hoy sede del Madoc, no obstante, la decisión sobre el emplazamiento final era claro y el simbolismo de construir la Iglesia de Santa Maria sobre la mezquita aljama de Granada es una decisión no extraña hasta para los musulmanes. En la mezquita, Iglesia del Sagrario, se institucionalizó el culto y en el patio de abluciones las obras de la Catedral.

El 25 de marzo de 1523 fiesta de la Encarnación se comienzan las obras según proyecto del maestro mayor de la catedral de Toledo, con abundante experiencia y arquitecto también de la Capilla Real, anexa a la posterior Catedral. El gótico proyectado por Egás ya es un poco trasnochado y la impronta, tras muchas vicisitudes, de Diego de Siloé se acaba imponiendo ya que el proyecto anterior se considera anticuado y se desecha.

Aprobado el proyecto de Siloé y respetando las obras iniciales de Egás cambia enormemente su fisonomía para pasar a ser la obra cumbre del Renacimiento en España. Dado el carácter de panteón real y con ese objetivo se proyecta una inmensa Catedral con cinco naves y magnífica girola rodeando la capilla mayor. Así mismo es espectacular la nave crucero desde la inconmensurable Puerta del Perdón, joya renacentista donde las haya, hasta la puerta exterior de la Capilla Real en el interior de la Catedral. Es también muy importante la unión de las bóvedas de la girola, crucero y arcos torales, (arcos del crucero con la capilla mayor), con todo el cuerpo de columnas del resto de naves.

La obra no se terminó pronto y a Diego de Siloé fallecido en 1563 le sustituyó Juan de Maeda y con el se inicia la torre.La guerra de los moriscos de 1568 provoca entre otras cosas ausencia de fondos por lo que las obras se ralentizan muy mucho. Con Ambrosio de Vico adquieren de nuevo importancia terminándose la torre pero a su muerte en 1623 se vuelven a parar.
En 1667 se inician los trabajos en la fachada según proyecto del gran racionero catedralicio Alonso Cano y aunque parece ser que pretende respetar un proyecto inicial del genio Siloé ya se ve una indudable influencia barroca de los tiempos que corren.
Cuerpo de naves, cinco, de la Catedral.

Fachada de Alonso Cano.








Arco toral que une la Capilla Mayor con la nave crucero de la Catedral.



Tras desecharse el hecho de ser panteón en la parte superior de la capilla Mayor hay unos ciclos figurativos a través de vidrieras, esculturas y pinturas que ganan en proporción al objeto de ser visibles desde abajo.



Puerta con portada gótico-isabelina espectacular de la Capilla Real en la nave crucero.
Torre desde la puerta de San Jerónimo en la calle Cárcel Baja.



Escudos de los Reyes Católicos y de Carlos V en la Puerta del Perdón.


Puerta del Perdón.....sin comentarios pero pararos y observarla cada vez que paséis por Cárcel Baja. Siempre encontraréis algo que no habéis visto antes. Os recordará los arcos triunfales romanos.





Puerta de San Jerónimo, hoy no practicable.









Exterior y contrafuertes.

martes, 11 de enero de 2011

Piedras por el camino


Acabamos de cruzar el puente que nos ha llevado del 2010 al 2011, ha sido con paso firme, con decisión, lluvioso, embarrado, y con alguna piedra en el camino. Unas piedras que nos han hecho comer las uvas de una forma y en un lugar un tanto especial, no por ello menos entrañable, pero que también han servido para pasar el año, creo que el tiempo no entiende de lugares ni lugareños, sólo de carreras, de minutos, horas de paso imperturbables ante las pequeñas y grandes contingencias.


Bueno está lo que bien acaba, aunque te asuste, aunque anules compromisos, aunque lo que te planteas como importante lo dejes pasar cual agua de lluvia y veas que son otras cosas las que te hacen reir y te hacen llorar, ahora piensas, después más, al final la piedra acaba bien y todo se puede retomar y es que nada es tan importante, todo es más efímero, más llevadero... cuando lo conseguimos llevar.


Ya estamos en 2011 y no pasa nada, hasta los Reyes han venido y han dejado un poco de carbón pero mucho más, para todos, incluida la piedra en la vesícula que se cruzó el día de Navidad, que nos ha tenido ocupados y ahora nos ha dejado en paz.

Para todos en este 2011 sin piedras en ningún camino.