jueves, 28 de marzo de 2013

El Cristo de los gitanos de Málaga y de Granada

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Este lunes santo de 2013 estuvimos en Málaga, en la bella Málaga, paseamos como hacía años un poco por el centro, más acá en el Perchel y en la curva de la Alameda, a los pies del gran árbol, apareció el Cristo moreno atado a la columna que llevado por los hombres de trono se mece lentamente a cada paso. Los cantes y los bailes le siguen en su marcha procesional por las calles de Málaga, la bella Málaga, y éste lunes de éste año no pudo ser, no te vi,  Cautivo.






El gran árbol de la Alameda arriba y Jesús atado a la columna abajo.





El miércoles en Granada es del Cristo del Sacromonte, el Cristo de las hogueras, el de los gitanos de "graná". 
La lluvia no os ha dejado llegar y os habéis refugiado en la Catedral, otro año será, y subiréis al Sacromonte y llenaréis de luz las revueltas y cantaréis...como Málaga...como "graná entera"




Entrando en el recorrido oficial de calle Ganivet.



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domingo, 3 de marzo de 2013

De aprendiz de panadero a...Diego Morales









Es temprano, aún son frescas las mañanas pero ya hace tiempo que la flor de los almendros se ha perdido dejando paso al manto verde de la primavera que hoy, allá por el año 68 del siglo pasado, enseñorea las laderas del Olivarillo y  los Candilicos, los Molinos y la Casilla, la Fuente de la Higuera, el Agia y Alancón. 

   Con las manos en los bolsillos y los hombros un poco encogidos sube Diego de la calle del Carmen a la Real camino de su trabajo en la panadería que José Martos tiene cerca de La Plaza, en un pequeño callejón en frente de “La Posá”. Aún no es hora de fijarse en los hombres que cabizbajos y pesarosos entran en la taberna tras pasar un buen rato en las recachas de la Plaza esperando un aviso y poder ganar un jornal. Hoy no es buen día y un poco de “seco” aliviará el desánimo.

 A nuestro buen amigo Diego le agrada llegar pronto, no le importa madrugar, quién llega primero carga primero y es hasta muy probable que termine primero, más no siempre es así pues nuestro buen aprendiz gusta de ver, preparar y “geñir” la masa en las nuevas máquinas que el innovador y buen empresario de José ha hecho traer de Granada. Todos colaboran y junto a él, Rita su mujer, su hija Fermina   y toda la familia distribuyéndose buena parte del trabajo, en las compras, las ventas de la tienda, la administración,  el reparto. Ya hace tiempo que para el horno de leña ha dispuesto José un suelo giratorio lo que hace que colocar el pan y recogerlo sea un  trabajo mucho más rápido, eficiente y fácil. No todo es manual, la luz eléctrica hay muchas noches que no funciona y es un verdadero incordio pero aún en estos casos  hay que seguir trabajando. El olor a recién hecho lo inunda todo por la mañana, el horno no para y para aprovechar el calor por la tarde, es el turno de  las mujeres, que acuden para preparar los dulces de las casas como los roscos de anís y  unas “madalenas”  tostadas y esponjosas, que luego con cuidado y esmero saldrán cada mañana, como por arte de magia, de las alacenas para acompañar el tazón de leche.

 A Diego le gusta su trabajo, cada día aprender un poco, charlar con Juan “el hornero”, gran parlanchín de mentirijillas que siempre le cogen;  una de las veces alargó tanto su dilatada existencia que llegaron a sumarle casi ciento cincuenta años, prácticamente fue él junto con el “Tio Caridad” quién arrebató a los franceses “La Casa Grande”. Hay que aparejar el mulo, darle de beber, preparar “los capachos”, contar con Rita los panes y los bollos, colocarlos con mimo, escuchar sus consejos, algún encargo que siempre hay antes de salir al reparto y es que Diego, el joven Diego es aprendiz de panadero y repartidor de pan y  subirá a La Ermita, al Cortijo Roscas, a La Paloma, a la Cueva de la Arena, al barrio Dílar, a la Ramblilla, a las Cuatro Esquinas.

  Hoy, cómo tantas mañanas vuelve a salir antes que los demás y lentamente por la calle Real y la Plaza sube camino de la Ermita. Es el primer reparto de los tres que normalmente hace y en éste  no consigue llegar al convento pues en el pilar de “María Cabeza”, entre cántaros, pipotes  y calderos arremolinados en las escaleras, da Diego sus panes, los últimos del “capacho”,  por unos “vales” de cartón gastado, vale por un kilo, vale por medio….Tiempo atrás el trigo se llevó a la panadería y Rita lo fue cambiando por esos  vales que posteriormente Diego recoge por cada pan. El dinero es escaso y hay que mirar mucho por él, las “perras gordas”, los reales y las pesetas se guardan para otros menesteres, los vales son el dinero del pan que Diego coloca con parsimonia en la cartera de su cintura. Hay que volver, el primer reparto ha terminado y nuevamente Diego va colocando las hogazas en el capacho con los largos bollos sobresaliendo en los laterales aumentando así la carga. Este segundo recorrido es el más lejano y hay que prepararse. En la “haza de San Sebastián”, junto a la Ermita, da de beber  al mulo ya que es el último antes de llegar a lo más alto mientras tanto unos niños juegan alrededor de la cruz a la pelota ¡menudo campo de fútbol!.

 Una parada en la tienda para comprar la lata de anchoas y continuar la marcha. Por el Cortijo Roscas deja a un lado la carretera y comienza a sortear por las veredas el terreno escarpado, hay que tener cuidado con el animal que no resbale e ir  dejando los panes camino de “La venta” de  La Paloma. Sóla, entre las curvas de la carretera la vista de las eras no deja de impresionar, un alto bajo el portal para dar buena cuenta del bocadillo y la conserva, unos tragos de agua y algún día unas gotas de anís, “los niños no deben probar ni gota más ya eres casi un hombre”.

  El segundo reparto ya está listo y comienza el último allá por las Cuatro Esquinas, a la derecha para la Ramblilla y después  todo el Barrio Dílar, grande y populoso Barrio Dílar,  castizo donde los haya, barrio de siempre, calles empinadas con recovecos por todos lados  y cuestas interminables, que alta está la Plaza del Almendro,  subidas y bajadas de mujeres con cachivaches para llenar en el pilar, trajín de animales con la carga, cantos de niños a media calle en la escuela con el “ángelus”, alguna que otra voz del maestro,  jóvenes bordando en la sala junto a la ventana: “Diego crece un poco que no llegas a los capachos” y Diego que se colorea.

  Los Domingos vende cuñas que hace José para ganarse unas pesetas e ir a “Los Parrales”, la sala de fiestas del momento, con la ropa nueva  de Domingo, mucho querer un poco de baile y las más veces no puede ser, las muchachas que  duras son  de roer. El día de trabajo llega a su fin y ahora se hacen las cuentas, tantos panes, tantos vales, unas pocas pesetas, un poco de charla con José, con Juan, con los otros repartidores, es un momento de relax, mañana será otro día, y otro día más tarde,  un diecinueve de Enero de 1970, con las lumbres de San Sebastián a punto de encenderse,  marchó al hotel Victoria, era pinche de cocina…pero eso ya es otra historia.






DIEGO...GORRO DE ORO




¡¡¡¡¡ENHORABUENA!!!!!




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Nieve en Padul y Granada


Menuda sorpresa...levantarse y todo blanco éste ventiocho de febrero. Frío anunciado...que si llueve...que si nieva...que si hace frío...poco creído más no por ello no cierto.


Un paisaje completamente blanco ha cubierto el entorno ya de por si maravilloso tiñéndolo de éste color distinto, limpio y navideño.


Unas fotos que ilustran la nevada sacadas de la web de ideal.es, ayuntamiento de Padul y cosecha propia.





Desde mi casa






Laguna del Padul
(ayuntamiento)




Torre de la Vela
(ideal.es)


Iglesia del Padul
(ayuntamiento)




Plaza de toros
(ideal.es)







Alhambra
(ideal.es)






Mas Alhambra
(ideal.es)



                                ¡¡¡ DISFRUTAR !!!